Entradas

Mis "tres" caminos

 En mi primer camino el contexto era simple y atrevido. Sin saber muy bien por qué, caminaba por aquel empedrado, mochila a la espalda y con la vista distraída en aquel paisaje que tan poco conocía. Las peculiares casas, la vegetación a mi lado, y otros tantos como yo que me acompañaban en silencio. Hacía el frío justo para estremecer mis articulaciones, pero apoyado en un bastón no sentía que caminar fuera un problema, ni parte de una odisea. Crucé alguna mirada con otros peregrinos, pero no encontré el momento de lanzar ni una sola palabra. Me dejaba llevar, dejando las dudas a un lado y sin tener muy claro ni el principio ni el final. En mi segundo camino cambié la estrategia. Decidí, quizás embriagado por el encanto de la zona de otros viajes, embarcarme hasta Santiago desde Vilalba en una aventura de ocho días. Un tiempo que abarca los más de cien kilómetros necesarios para que al terminar mi Camino pueda pedir la Compostelana. Mi ropa es deportiva, unas buenas botas, y una mochil